Nos despertamos tranquilamente. Yo creo que hacia las seis, ayer marta que dejó el telefono cargando me pidio que pusiera el despertador. Por primera vez en el viaje lo hice, pero no me hizo falta me desperté antes de que sonara. Ella sigue durmiendo, yo voy al baño y al volver ella también se está despertando. Nos pegamos un desayuno impresionante, queso, membrillo, pan cerezas ella un café y yo un te. Nos lo tomamos con calma, supongo que por el cansancio de ayer. Ayer por la noche nos encontramos a Fran al peregrino que yo vi por primera vez en Nájera, un chico alto y guapete de unos 40 años, está en el mismo albergue y charlamos un poco por la mañana y otro poco nosa la salida del pueblo donde nos volvemos a encontrar. Arrancamos, sacamos fotos a lo que queda del pueblo que nos lleva el camino que no vimos ayer. Llegamos al siguiente pueblo,
Burgoranas, vemos que hay una procesión que viene hacia nosotras, sacamos las cámaras. Nos echamos a un lado y vemos como tranportan a alguna figura, el cura detrás cantando y la gente y los niños vestidos de "día especial". Nos pasa de largo la procesión, al final de la calle se ve la iglesia, vemos la terraza de un bar, nos sentamos, pedimos unas bebidas y unas tapas de huevo duro, yo me conformaba con el medio huevo que daban por bebida pero marta insiste en que es poco y pide cuatro para cada una. Además sacamos la cecina y el pan. Está increible. En eso que aparece Fran y se sienta alli al lado, volvemos a charlar.
Nos duchamos, lavamos y tendemos la ropa y nos vamos al bar. Alli estamos un tiempo indefinido, ese bar por fuera es azul y a Fran y a mi nos recuerda a la bodeguita de en medio, todas las paredes con escritos. Pedimos unas cañas y fran una cola, el gracioso camarero que nació en esa misma casa nos pone una tapa de jamón, chorizo y queso. Viene a comer al Bar alterio. Los tres marchamos al albergue, Marta que es una cuidadora Nata prepara una salmuera, coje una palangana, pone agua tibia, sal y vinagre y me propone que meta los pies mientras escribo en el blog. Le digo que hoy no puedo ni escribir, pero cumplo, y me siento en una silla y pongo los pies alli, al principio poco a poco temiendo que eso va a escocer mucho... pero no es asi, apenas me pica nada y dejo alli los pies. Fran que también es un ampolloso se sienta a mi derecha en una maquina que hace masajes en los pies, para nada más ponerlos alli dentro dice que no lo pondrá en marcha que solo de meter el pie le ha dolido mucho por las ampollas. Por alli aparece Alterio el cirujano, Marta le pregunta por mis pies, como debajo de dos compeeds hay ampollas dice que mejor los quitemos, que después de estar en remojo el lo hará delicadamente con la navaja que muestra, es un pedazao navaja que te cagas asi que cuando ni él ni Marta me miran, me quito yo misma los Coolpeeds. Hoy es el primer dia que me siento agotada psicológicamente. Por primera vez me desesperan mis ampollas. Después de de los pies en remojo Anterio (o Antanro, nose me cueta este nombre) examina mis pies, mientras charlamos, de nuestros caminos, nuestros objetivos. Fran y Marta van a cenar, yo no tengo ni hambre asi que me quedo alli bajo los cuidados de pies del brasileño. Les ponemos iodo, las atraviesa con una aguja e hilo, hace un nudo al hilo y lo deja. Como se nota que es cirujano, ha pasado la aguja con una finura... y los nudos ya ni te cuento. Además tiene una parte humana que no me recuerda a otros cirujanos, me intentan relajar antes de pasarme la aguja preguntándome que música me gusta y es muy dulce. Luego examina el resto de ampollas nuevas y viejas, las dos pequeñas en la parte interna de los primeros dedos como me duelen poco decidimos no rebentarlas, pero sube a la habitación y vuelve con material. Me hace una especie de amortiguación en las dos ampollas a las que ha drenado y dejado el hilo. Y luego en una de las que no revienta y en una zona que quema y que he conseguido salvar de la ampolla coloca una silicona que tiene y la pega con esparadrapo. Vuelve a subir a la habitación y baja con una crema que debe ser antiinflamatorio o algo asi. Me la pone suavemente por los pies mientras seguimos hablando. Es tan pausado que me transmite paz. Al final acaba, y le he digo que tengo el pie peregrino más finamente curado, ahora voy con dos ferraris de pies. Me da un abrazo y me da las buenas noches. Nose si os podeis llegar a imaginar lo que me reconfortan y agradezco los cuidados de Marta y el brasileño... pienso que el camino y la gente es maravillosa..
Regresan marta y fran, junto con el brasileño hablamos unos minutos y nos vamos a dormir.
La magia sigue.
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