A las 5.30, en el albergue a la mayoría estamos desayunando. Realizo la puesta a punto de pies. La monjita abre a las 6, unos cuantos peregrinos lo estaban esperando y salen en ese momento. Nosotras salimos quince minutos después, estiramos un poco y en marcha. Se agradece esa hora más normal que los últimos dias. Inicialmente Eduardo y Bu me estaban esperando pero les he dicho que tiraran, y me han dicho que de acuerdo que como tenemos buen ritmo ya los pillariamos.
Buaa que dolor, como los últimos dias, al principio las ampollas y rozaduras duelen mucho por lo que camino lentamente y a pasitos pequeñitos. Marta lo llama las muñecas de famosa.
Nos esperan 17 kms de recta sin ningun pueblo ni fuente, y visto el agotamiento de ayer por la mañana rompo mi rutina y he desayuno bien antes de salir, un te, alguna pieza de fruta, un bizcocho y un croasancito de chocolate. Al intentar salir del pueblo con Marta i Ssuzsa como siempre nos cuesta un poco encontrar la dirección adecuada.. echo de menos el ojo de Antonio que supongo que por ser caminoero encontraba en seguida el camino. Por una ventana a través de una fina red veo a una señora vestida de blanco amasando pan, le pregunto por la dirección de nuestro camino y nos indica perfectamente. Empezamos la recta esa de 17km, Zsuzsa sigue cojeando y con el tobillo inchado. Ayer, ella y yo nos habíamos puesto hielo a ratos, yo por la mañana me había torcido un poco el tobillo, pero el suyo tenía peor aspecto. Hacia los nueve kilometros a la derecha hay una pequeña construcción de madera que da sombre y tiene banquitos.
Me tomo una nactarina, una manzana y algun fruto seco. Quizás eso era el Oasis al que se referian.. Hacemos los kilometros que faltan para esa recta, no se me hacen tan eternos como otros, supongo que por que es primera hora, y porque cuando vemos el pueblo ya casi estamos en él, no como en Burgos o muchos otros pueblos que los ves alli pero parece que nunca lleguen. Al llegar al pueblo en el suelo hay una bifurcación de las flechas amarillas, una que indica iglesia y la otra que indica bar. Lo confieso fuimos directamente a la de bar sin pasar por la iglesia.
Tengo hambrita, pido una cola y un bocadillo que bacon que me parece increible.
Hoy me siento bien y capaz de tirar hasta Sahgun, aunque eso supondría en total una etapa de 40km. Pedimos hielo para el tobillo de Zsuzsa, sigue inflamado. Al marchar, ella entra al bar y tardamos más de lo habitual en arrancar. Zsuzsa sigue cojeando, parece que se empieza a dar cuenta que no podrá tirar asi eternamente, cada vez vamos más lentas por el tobillo, con esa cojera nos preocupa que también pueda recargar otra parte de su cuerpo... Me acuerdo de el tramo de "el peregrino" de coelho en el que el maestro hacer caminar al protagonista muy lentamente desde que se ve la población tan deseada.
Zsuzsa dice que se a tener que quedar en el próximo pueblo, pero insiste mucho en que nosatras si queremos sigamos adelante. Mientras va contando en inglés le traduzco a Marta, nos cuenta que ella quería correr por la meseta para pasarla rápido y dios o lo que narices sea le ha dicho pues ahora te quedas en medio de la nada.
De repente le digo que no quiero volver a despedirme, ella dice "drama" y reimos y lloramos. Llegamos al siguiente pueblo en el que realmente no hay nada, creo que el albergue-bar que al menos tiene piscina y un par de casas. Nos planteamos quedarnos alli con ella. Pero el problema es que tal y como está mañana tendriamos que hacer otra etapita corta. Pink dice que ya nos reuniremos en Santiago, además ella y yo cojemos el vuelo el mismo día. Asi que nos tomamos la última bebida juntas y nos volvemos a despedir. A este ritmo voy a perder más sal por mis lágrimas que por mi sudor. Llegan Eduardo, Bu y Sebastian que también querian tirar más pero Sebastian tiene Nauseas, al principio los dos primeros también quieren tirar pero deciden quedarse con Sebastian. Aparece Antaro, personaje del que quizás todavía no os había hablado, se trata de un Brasileño cirujano, de unos 55 años que es bastante entrañable. Explora al alemán, tiene pinta de gastroenteritis. Marta y yo marchamos muy apenadas por dejar a Zsuzsa alli.
Seguimos en marcha, a tramos largos calladas a tramos con charla animada en la que nos vamos conociendo más. Después de nose que distancias ni tiempo llegamos a Murillos hacia las tres o cuatro de la tarde. Nos sentamos en la plaza del pueblo a descansar un poco y beber agua. Ahí no se ve a nadie.. Solo se oye algún perro. Solo nos faltaría la bola esa que se ve en las pelis del oeste. Si que aparece algun peregrino suelto o por parejas. En nuestra guía (resulta que Marta y yo llevamos la misma) no sale, este pueblo, asi que no nos queda claro la distancia que nos falta.. quizás 10 km?
Pasamos también Sant Nicolas y nos vamos acercando, el sol pega, pero no cuece como otros dias. Se empieza a hacer realmente duro. A lo lejos empezamos a ver Sahagun. Pero parece que nunca se llega, un pequeño desvío para ver una hermita y para evitar la carretera. Paro dos minutos a beber agua, en ese preciso instante llama mi amiga Tamara, me sirve de distracción hablar con ella durante algun kilometro. Empezamos a entrar en la ciudad, o el pueblo, ya no se por que ya no puedo ni pensar. La pobre Marta también tiene cara de agotada.
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