miércoles, 29 de junio de 2011

De Carrion de los condes a Sahagún 28 de junio

Vaya dia
A las 5.30, en el albergue a la mayoría estamos desayunando. Realizo la puesta a punto de pies. La monjita abre a las 6, unos cuantos peregrinos lo estaban esperando y salen en ese momento. Nosotras salimos quince minutos después, estiramos un poco y en marcha. Se agradece esa hora más normal que los últimos dias.  Inicialmente Eduardo y Bu me estaban esperando pero les he dicho que tiraran, y me han dicho que de acuerdo que como tenemos buen ritmo ya los pillariamos.
 Buaa que dolor, como los últimos dias, al principio las ampollas y rozaduras duelen mucho por lo que camino lentamente y a pasitos pequeñitos. Marta lo llama las muñecas de famosa.

Nos esperan 17 kms de recta sin ningun pueblo ni fuente, y visto el agotamiento de  ayer por la mañana rompo mi rutina y he desayuno bien antes de salir, un te, alguna pieza de fruta, un bizcocho y un croasancito de chocolate. Al intentar salir del pueblo con Marta i Ssuzsa como siempre nos cuesta un poco encontrar la dirección adecuada.. echo de menos el ojo de Antonio que supongo que por ser caminoero encontraba en seguida el camino. Por una ventana a través de una fina red veo a una señora vestida de blanco amasando pan, le pregunto por la dirección de nuestro camino y nos indica perfectamente. Empezamos la recta esa de 17km, Zsuzsa sigue cojeando y con el tobillo inchado. Ayer, ella y yo nos habíamos puesto hielo a ratos, yo por la mañana me había torcido un poco el tobillo, pero el suyo tenía peor aspecto. Hacia los nueve kilometros a la derecha hay una pequeña construcción de madera que da sombre y tiene banquitos.
 





Me tomo una nactarina, una manzana y algun fruto seco. Quizás eso era el Oasis al que se referian.. Hacemos los kilometros que faltan para esa recta, no se me hacen tan eternos como otros, supongo que por que es primera hora, y porque cuando vemos el pueblo ya casi estamos en él, no como en Burgos o muchos otros pueblos que los ves alli pero parece que nunca lleguen. Al llegar al pueblo en el suelo hay una bifurcación de las flechas amarillas, una que indica iglesia y la otra que indica bar. Lo confieso fuimos directamente a la de bar sin pasar por la iglesia.

Tengo hambrita, pido una cola y un bocadillo que bacon que me parece increible.
Hoy me siento bien y capaz de tirar hasta Sahgun, aunque eso supondría en total una etapa de 40km. Pedimos hielo para el tobillo de Zsuzsa, sigue inflamado. Al marchar, ella entra al bar y tardamos más de lo habitual en arrancar. Zsuzsa sigue cojeando, parece que se empieza a dar cuenta que no podrá tirar asi eternamente, cada vez vamos más lentas por el tobillo, con esa cojera nos preocupa que también pueda recargar otra parte de su cuerpo... Me acuerdo de el tramo de "el peregrino" de coelho en el que el maestro hacer caminar al protagonista muy lentamente desde que se ve la población tan deseada.
Zsuzsa dice que se a tener que quedar en el próximo pueblo, pero insiste mucho en que nosatras si queremos sigamos adelante. Mientras va contando en inglés le traduzco a Marta, nos cuenta que ella quería correr por la meseta para pasarla rápido y dios o lo que narices sea le ha dicho pues ahora te quedas en medio de la nada.
 
De repente le digo que no quiero volver a despedirme, ella dice "drama" y reimos y lloramos. Llegamos al siguiente pueblo en el que realmente no hay nada, creo que el albergue-bar que al menos tiene piscina y un par de casas. Nos planteamos quedarnos alli con ella. Pero el problema es que tal y como está mañana tendriamos que hacer otra etapita corta. Pink dice que ya nos reuniremos en Santiago, además ella y yo cojemos el vuelo el mismo día. Asi que nos tomamos la última bebida juntas y nos volvemos a despedir. A este ritmo voy a perder más sal por mis lágrimas que por mi sudor.  Llegan Eduardo, Bu y Sebastian que también querian tirar más pero Sebastian tiene Nauseas, al principio los dos primeros también quieren tirar pero deciden quedarse con Sebastian. Aparece Antaro, personaje del que quizás todavía no os había hablado, se trata de un Brasileño cirujano, de unos 55 años que es bastante entrañable. Explora al alemán, tiene pinta de gastroenteritis. Marta y yo marchamos muy apenadas por dejar a Zsuzsa alli.
ZSUSZA WE WILL MISS YOU!!!! 

Seguimos en marcha, a tramos largos calladas a tramos con charla animada en la que nos vamos conociendo más. Después de nose que distancias ni tiempo llegamos a Murillos hacia las tres o cuatro de la tarde. Nos sentamos en la plaza del pueblo a descansar un poco y beber agua. Ahí no se ve a nadie.. Solo se oye algún perro. Solo nos faltaría la bola esa que se ve en las pelis del oeste. Si que aparece algun peregrino suelto o por parejas. En nuestra guía (resulta que Marta y yo llevamos la misma) no sale, este pueblo, asi que no nos queda claro la distancia que nos falta.. quizás 10 km?
Pasamos también Sant Nicolas y nos vamos acercando, el sol pega, pero no cuece como otros dias. Se empieza a hacer realmente duro. A lo lejos empezamos a ver Sahagun. Pero parece que nunca se llega, un pequeño desvío para ver una hermita y para evitar la carretera. Paro dos minutos a beber agua, en ese preciso instante llama mi amiga Tamara, me sirve de distracción hablar con ella durante algun kilometro. Empezamos a entrar en la ciudad, o el pueblo, ya no se por que ya no puedo ni pensar. La pobre Marta también tiene cara de agotada.

El trozo hasta el albergue se nos hace interminable... Nos duelen los pies. Conseguimos llegar, a la entrada del albergue está en metal la figura de un peregrino. La entrada del albergue es amplia y bonita, hablamos con la chica de la recepción, nos sella, y comentamos una posible variante de mañana. Sentimos que no podemos con nuestros cuerpos y diría casi que con nuestras almas tampoco.

 Deben ser las seis de la tarde. Subimos unas bonitas escaleras de madera y nos encontramos con una gran sala, al principio la cocina y los baños y en adelante con semicompartimentos de dos o cuatro literas separadas por madera. Muy chulo la verdad. Nos hacemos con una litera al final de todo para que por la noche y la mañana los ruidos nos molesten menos. Me saco las bambas, loa calcetines, me examino los pies.. vaya, parece que no hay nuevas ampollas.. descubro una, era extraño si no. Enchufo los teléfonos de las dos. Preparamos las cosas para la deseada ducha. Nos duchamos y a la calle. Estamos agotadas, pero como somos inquietas queremos ver el pueblo asi que hacia las 19h o antes debemos estar en la calle viendo una iglesia que está en obras (se ve poco cuidada), vamos a una tienda a comprar algo de fruta y frutos secos y unas patatas fritas, nos cuesta una barbaridad decidirnos, supongo que del agotamiento. Hace sol. Encontramos una agradable plaza, supongo que la más importante del pueblo por que es grande. Pedimos unas cañas y nos pulimos la bolsa de patatas fritas. Marta habla por teléfono con su chico, hacemos también una llamadita a pink para ver como está y para decirle donde estamos. Hacia las ocho nos levantamos a ver si encontramos alguna panadería y tienda de embutidos, y alli mismo hay una charcutería. A pesar que es la hora de cierre la dependiente es majísima.

Marta me explica que la Cecina que es como un jamón de vaca es típica de esta tierra. La charcutera nos da a probar el embutido, me parece que yo no lo había probado antes. Me gusta. Cojemos cuatro lonchas, la mujer nos explica que ese tiene un i.p.g. que viene a ser como una denominación de origen, le parece que solo existen tres cecinas que disponen de ese títuolo. Compramos también un trozo de queso y de empanada. Con la charcutera hablamos del camino, de esas tierras, de la climatología y de no se que más, me encanta la conversación pero yo no me aguanto en pie, si me hubiese podido sentar hubiese seguido hablando infinitamente, pero no me aguanto. Salimos, veo por alli al peregrino de Paris pero majete de Ages y con el que compartí litera en Burgos, nos pregunta sobre la empanada, le explicamos. Nos vamos para el albergue, sacamos nuestro estupendo queso y la empanada. La cecina la guardamos en la nevera para mañana. Unos franceses nos dan el tercio de botella de vino que les ha sobrado. Marta se toma la cerveza que se había comprado y yo el vino. Mientras cenamos se nos junta un Rumanes que a Marta y a mi nos parece un pesado, primero la llama a ella un peregrino que dejó el camino hace unos dias y luego a mi Antonio. El rato que hablamos cada una con el rumanes que habla perfecto castellano mientras la otra está al teléfono sirve para que nos caiga todavía peor. Marta se va a llamar a Marta que antes le hemos colgado porque entrabamos en la charcutería. Algo mágico pasa. Yo enchufo el teléfono en el baño (en ese albergue no hay muchos más enchufes) y me siento ahí mismo, ui, creo que el vaso de vino me ha subido a la cabeza. Siento algo diferente como un agran agotamiento divertido, me siento feliz, casi eufórica. Llamo a Olga, son las fiestas de Sant Cugat, van a ver los fuegos, creo que se encuentra con Sara y alguien más, oigo como les dice "estoy hablando en exlusiva con la cris" le cuento cuatro cosas, nos reimos y me da alguna opinion. Vuelve Marta, y me ve, en el suelo del baño, ahi acurrucada hablando por teléfono y con una sonrisa tonta, creo que se descojona. Me despido. Me siento feliz pero dolorida perdida. En algun momento pongo iodo a todas mis ampollas. Marta que no es muy de pastillas pero me dice que ella se tomara un ibuprofeno, asi que yo también me tomo otro. Vamos a la a cama. Me propone un masaje de pies, estoy tan agotada que tampoco puedo resistirme, me pone nose que liquido del te verde que le había dado pink y se lo agradezco en el alma. Me siento los pies tan inflados que me vuelvo a poner dos almohadas debajo de las rodillas.
Esta noche sueño mucho.


 



 


 






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