lunes, 27 de junio de 2011

De Fromista a Carrion de los Condes, 27 de junio


Conseguimos salir a las 4:40 del albergue, pero por la ciudad nos perdemos un poco hasta encontrar la salida. Como una nactarina. Hacia las 5.10 debemos estar tomando el camino adecuado. Otra vez nos iluminamos con nuestros frontales. No parece que la noche nos haga perdernos grandes paisajes, pasamos sobre tres o cuatro puentes que pasan por encima de la autopista. Seguimos en marcha. Se nota un poco en el cuerpo,la larga etapa de ayer. Amanece, Marta y yo echamos alguna foto al sol. Llegamos al siguiente pueblo a las 6.30. Deseamos sentarnos a desayunar. El bar está cerrado. Vemos en un cartel que hay un camino alternativo que en lugar de por dos pueblos solo pasa por uno. Zsuzsa dice que su guia explica 

que ese camino alternativo es mejor. Asi que ese cojemos, y parece que tiene razón, discurrimos por un sendero arenoso, a la derecha el canal y a la iquierda los campos. Me empiezo a sentir agotada, nunca me había pasado tan pronto, noto que voy más lenta, pero para animarme pienso que al menos voy. A pink hace un rato que por lo visto le duele el pie y va un poco coja. El paisaje encontrandonos como nos encontramos en la meseta no está nada mal, pero estoy muy cansada, siento que me cuesta mucho seguir para adelante. Será la falta de alguna hora de sueño? será la falta de un desayuno más consistente? el cansancio de ayer?
Después de unos 15 km desde Fromista llegamos a otro pueblo con un pares de bares y otra pedazo iglesia. Realmente nos parece impresionante que en cada pueblo haya iglesias de ese tipo. A mi me cuesta arrastrarme hasta el bar. Marta entra a pedir lo suyo y un te para mi. "Hoy por ti mañana por mi...". Me quito las zapatillas, alzo los pies, estoy grogui. Me tomo el te, me empiezo a recuperar. Lo acabo, entro y pido otro  y un buen trozo de bizcocho, mientras me lo prepara me pongo las lentillas en el baño. Me empiezo a sentir más recuperada. Zsuzsa tiene el tobillo inchado. Dice que ella hoy no podrá tirar más, pero que no quiere frenarnos, que si queremos que sigamos adelante. Yo tampoco lo dudo demasiado, aunque me he recuperado mi inicio no ha sido esplendoroso y me resulta agradable la compañía de ambas. Además el calor ya está empezando a dar como para ponerse a caminar sola 17km a nose cuantos mil grados...

Hacia las 10 o 11 llegamos a Carrion, el primer albergue por el que pasamos es el de Santa Clara, por el interfono una monja nos atiende amablemente "Ave maría purísima.." pero nos dice que no tiene cocina y hoy que tenemos tiempo nos apetecía cocinar. El otro albergue de Santa Maria tiene cocina pero no abrirá hasta las 12. Yo voy a preguntar a un hostal del que nos han dado propaganda a la entrada del pueblo. Cuesta diez euros cada una en una habitación de cinco, nos lavan la ropa gratis y tiene ahí sales y cositas para los pies. pero sin cocina Lo comentamos con las chicas, y al final preferimos esperar a que abran el albergue, asi podremos cocinar y además podremos estar con el resto de gente, que es una de las cosas que le da más vida al camino. Nos sentamos al lado de la puerta del albergue por orden de llegada. 

Nos hacemos unas cuantas fotos ahí espachurrada, yo estoy encantada de que Marta también haga fotos que asi también me podré ver a mi, desde la posición en la que se ve lesta foto me saca un primer plano muy bonito en el que se ve los palos rojos desenfocados, y la concha de mi mochila. Mientras estamos alli, llega Salvador y su colega de viaje Rumano, decidimos hacer el arroz a la cubana juntos y Salvador quiere añadir platanos fritos. Me acuerdo de mi padre que también es de las islas. Llegan también Eduardo y Bu que me dan muy buen rollito con Sebastian, un alemán al que yo todavía no conocía. Asi van llegando otras caras conocidas de los últimos dias y otras menos conocidas.

Abren el albergue, la monja que lo hace es super agradable, nos ofrece te a la mayoría. Vamos pasando tranquilamente, mostrando nuestras, credenciales, intercambiando algunas palabras, nos explican que a las seis se reunen para hacer una tarde musical cantándo algunas canciones.
Al llegar, algunos se van a comprar la comida, yo me ducho y lavo la ropa, hoy tenía bastante, y además he añadido el polar que será la primera vez que lo lave en este viaje y supongo que la última. Tiendo en la terrazita tan maja que tienen, que está llena de cordoles para colgar ropa y una buena mesa con muchas sillas al sol y sombra.
 














Me demoro un poco porque soy una lentorra, Zsuzsa está densansando por cansancio y por su pie,. Cuando acabo paso por la cocina y Marta me dice que al final para comer somos ocho, y ya están los fogones (bueno, en realidad la vitrocerámica) en marcha, arroz por aqui, huevos por alla, ensalada, platanos... Empiezo a poner la mesa ahí fuera donde he tendido, caliento el tomate frito, corto unos tomates, pongo a cargar el teléfono de Marta, alguien corta pan.. y al final nos reunimos en esa esplendida mesa los seis a comer esa maravillosa comida. Vamos haciendo un chapurreo de idiomas porque el alemán no habla español pero si inglés, marta habla poco ingles, el rumano entiende castelllano pero no lo habla. Le pedimos al polaco espiritual que nos saque unas fotos. Resulta una comida bien agradable. Y cuando parece que hemos acabado, tenemos postre, naranjas que alguien ya ha cortado con natillas y canelas. Bien bueno, sencillo y resultón! 
De izquierda a derecha y de delante a atras; Zsuzsa de Hungria, yo misma, Sebastian de Alemania, Eduardo de México, Bu de Corea del Sur, el de verde no recuerdo el nombre de Rumania, Salvador de las Palmas y Marta de Granollers y Asturias.




 
Estamos un rato de sobremesa. Recojemos. Algunos de los que no habian pisado demasiado la cocina limpian. Yo voy a estirarme, necesito mi mini siesta. Se oyen ronquidos importantes, pero la verdad es que ya me he acostumbrado bastante y pocas veces necesito los tapones. Cerca de mi cama hayn un francés de unos 50 o 60 años que me resulta insoportable, en tono elevado le explica a su acompañante que ahi no hay quien duerma, que asi no descansaran.. y todo el rato, yo me cago en ellos, como pueden estar cagándose en los que roncan y ellos hablar a ese volumen. Educadamente debería haberles pedido que bajaran el volumen, pero no lo hice.. por lo visto una no siempre puede o sabe ser asertiva. En algún momento aparece Marta para decirme que van a salir a sar una vueltilla y comprar algo de fruta, yo con mala leche le explico mi indignación con el francés, ella alucina y se rie. Jajaja, me doy cuenta que todavía no me había visto las malas pulgas. Es lo que tiene ir conociéndose.. esta mañana también hemos reido mucho porque ha sido ella que se ha indignado con unos brasileños que han visto que ibamos por mal camino y no nos han avisado.
Me levanto y ahi que vamos. En seguida se haecn las seis, asi que voy a la tarde musical, "a ver que me encuentor" pienso, me siento en los banquitos del recibidor del albergue tienen unas cuantas hojas con canciones, empiezan a cantar una acompañados de una guitarra que toca otra de ellas,  vamos uniendonos al canto color esperanza "Saber que se puede querer que se pueda quitarse los miedos , sacarlos a fuera, pintarse la cara color esperanza, tentar al futuro con el corazón" Después de esta explican un poco en que consiste ese encuentro y nos explican que tienen dos regalos para nosotros. Cantamos Guantalamera. Animan a que alguien salga a cantar algo en su idioma. Sale Eduardo, le saco alguna fotos. Sale el polaco que hasta ese momento lo había visto muy concentrado en sus pensamientos. Cantamos el himno de la alegría y nose si alguna otra. La verdad es que yo me he ido emocionando y disfrutando del momento. Una monja vuelve a hablar, a la vez una estadounidense va traduciendo. 

Explica los regalos, uno son unas estrellas de papel que serviran para iluminarnos en los momentos dificiles y el otro es una bendición. Aquella monja con su voz dulce y clara sigue diciendo cosas, nose ni poner aqui las palabras pero me llega al alma y me emociona mucho, de echo cuando me llega mi estrella me empiezan a salir las lagrimas, nose ni porque, o si lo se... Es muy emocionante, alzo la vista, y veo que a Marta y unas cuantas personas más también tienen los ojos llorosos. Una de ellas también nos hace el simbolo de la cruz en la frenta de cada una y cada uno. También nos explica qye ahi tienen una libreta donde podemos escribir. Siento una calma interna impresionante. Esto del camino es alucinante. Incluso al recordad el momento escribiendo estas lineas me emociono. Hay momentos en la vida que no se olvidan y creo que este será uno de elllos.





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