martes, 24 de mayo de 2011

Primer entreno caminante

Ayer salía de guardia y desayunando con los compañeros (en realidad a nivel jerárquico estan por encima mio) uno de ellos me recordó alguno de las tareas pendientes que debería terminar antes de marchar al camino, y ya de paso me preguntó si ya había hecho alguna salida para ir calentando motores. Y la verdad es que ejercicio estoy haciendo, pero no propiamente lo que es caminar, básicamente porque eso requiere más tiempo que por ejemplo correr una hora. Y últimamente, sino corría o participaba en algun evento social estaba haciendo cosas del trabajo. Pero el tio me picó y de camino a casa decidí salir a caminar. Después de llegar a mi hogar y mientras hacía algunas cosas pendientes, desayuné un bocatilla de queso y un té. Pensé que aunque saliera de guardia había sido tranquila, había dormido cinco horas y hacía muy buen dia. Así que me puse los pantalones nuevos, transpirables y de secado ultrarápido. Me puse un poco de protección solar en la zonas que me suelo quemar que son los labios, los pómulos y unos cms por de bajo de los ojos. Agarré los palos telescópicos con amortiguación (ya os dije que estas cosas existen, verdad?) que finalmente había comprado en una gran superficie también saliendo de guardia (otro día os cuento con detalles las cosas que llegan a pasar cuando sales de guardia). Me puse las zapatillas negras que había comprado ese día que os decía saliendo de guardia. Por  cierto esta compra fue un show, durante unas semanas me probé millones de calzados sin llegar a encrontrarme cómoda, muchos me provocaban esa sensación de presión lateral en los dedos. Uno de los pasos para superar esta dificultad fue el hecho de romper la barrera (mental y física por que estan en otra zona) de "calzado para hombres y calzado para mujeres", aunque de la mayoría de modelos para hombre no tenían de mi pie, de los que había, al probármelos no tenía aquella sensación de apretamiento. Asi que una vez aceptado mi pie masculino el otro punto clave fue ampliar las miras y optar por más tipos de calzados. Mirando y mirando encontré unas zapatillas para raid (si se escribe asi es ese deporte ahora un poco de moda, de hacer carreras por la montaña), casi ni me las pruebo por que no ponía que fueran impermeables, pero me las puse y ostia! (con perdon de mi madre que lleva fatal que use palabras mal sonantes),eran comodísimas. Aun asi hice una pequeña regresión y volví al calzado femenino de raid, por lo visto no estaba tan aceptado eso de mi pie masculino. Me probé todas las zapatillas de mi número raid-femenino y nada, la misma sensación de calzado estrecho o pie amplio, según como se mire. Asi que me rendí a la evidencia y me decidí por las que me habian dado tan buenas sensaciones a pesar de que no constara que fueran impermeables y que fueran de hombre.
Bueno, después de haberme ido por la ramas con los complementos vuelvo al primer entreno. Preparé la mochila naranja que asi la probaría como candidata al camino, y le puse un litro y medio de agua, que asi me hidrataría bien e iría preparando la espalda. Con palos lo mochila pesaba 4 ó 5 kg. Salí de casa hacia las 11h, hora poco apropiada, pero me ha resultado imposible realizar una planificación técnicamente ideal sin suspender responsabilidades laborales ni demasiados compromisos sociales también necesarios para despejar la cabeza. Aún así, pensando en el entreno creí que empezar por 20 km en terreno sencillo estaría bien, y dada mi falta de orientación diseñé mentalmente una rutilla por la zona que conozco de Collserola. Hasta llegar alli 4km en medio urbano, alucinada por la coincidencia en cifras de la velocidad 10 min/1km. Por el camino noto que me quema un poco el estómago, supongo que las tres cervezas durante el dia del sábado han pasado factura. Me compro omeprazoles y sigo xino xano disfrutando de los aires de Sant Cugat. Finalmente acabo la zona urbana, saco los palos y voy ajustando diferentes alturas hasta más o menos acertar. Al principio con los palos me da la sensación de que soy un pato caminando, incluso al cruzarme con gente me da vergüenza al pensar lo torpe que me ven. Intento teorizar el moviento; a ver, cuando usé una muleta la lleva al ritmo paralelo del pie contrario.. no me sirve de nada tanta chorrada. Me planteo que a lo mejor lo tenía que haber probado primero con uno, también me planteo que lo de los palos pal camino que se lo quede otro.. voy pensando en otras cosas y de repente pim pim, pim pam, pim pam, no sé como pero voy con ritmo y al compas de la marcha, hago una subida y con ayuda de los palos parece nada. Voy caminando, encuentro gente corriendo, paseando. Me sale al encuentro el Pi d'en Xandri (1), un símbolo de Sant Cugat que muchos dibujábamos para las camisetas de la Marxa infantil. Sigo, llego hasta la ermita de Sant Medir y me vienen recuerdos de mi participación como voluntaria en la marcha y de la ilusión de participar por última vez ya como médico. Ahora ya sería entrañable para mi que un dia necesitaran una psiquiatra, aunque esperemos que eso no pase.
A medida que me voy alejando del punto de partida se ven menos paseantes y corredores y se ve algún ciclista. Me hace gracia esa costumbre de saludarte con la gente, porque si te cruzas con esas mismas personas en la calle no os saludareis, es como si el bosque, el ejercico, el relax o todo ello nos dulcificara o cambiara los modales de educación.. También empiezo a oir el ruido de cascos de caballos, no me giro para no perder ritmo, me pasan y veo a un par de tios con tono de tez diferente a la mia, montados, con sombrero, tejanos y me transportan por unos segundos al norte de México, solo les faltarian las camisas. En adelante no tengo claro la ruta asi que simplemente voy siguiendo las señas de pequeño recorrido(2) y de una tal marató de Barcelona, me encuentro la carretera que lleva a Barcelona y camino hasta que caigo en que tengo que calcular las energias para el camino de regreso, asi que media vuelta y para no perderme hago el mismo camino. De vuelta en Sant Medir y habiendo caminado 15 km decido parar un ratico y comerme la manzana que traigo. Miro los tiempos, por montaña y sin el entusiasmo de los primeros km he tardado unos once o doce min/km.Emprendo el camino de vuelta, me vuelven a pasar unos caballos, estos llevados por otro perfil de personas. Al poco; menuda imagen!, en primer plano el Pi d'en Xandri, en plano medio el Monasterio milenario de Sant Cugat y más allá Montserrat...
Llego al cemento y me encuentro un símbolo que recuerda al camino de santiago y el cartel explica que el trozo que he hecho (o algo parecido) pertenece al camí de Sant Jaume de Barcelona a Sant Cugat. Ala, mira que apropiado..
Guardo los palos y empiezo a caminar otra vez por ciudad y entonces empiezo notar dolor en los muslos, joeeer que dolor. Aunque me flipe al hacer este paralelismo a mi me recuerda a lo que describe Murakami cuando explica la carrera que hizo de 100km (que la hizo corriendo ?!!??). ¿Porque habrá sido el dolor de repente después de 20 km? ¿por el impacto físico o psicológico de caminar por ciudad? ¿Por la ausencia de los palos? Intento no pensar en el dolor y de repente recuerdo el solomillo que hace dias mi madre viene repitiéndome que está esperándome en su nevera. Asi que entre la imagen del solomillo y el hecho de que llegar a casa de mis padres supone dos kilómetros menos me dirijo hacia alli. Realmente esos últimos kilómetros se me hacen largos y pensar en los dos más que quedaran luego hasta mi casa me cansa. Llego a las 15.30. Me abre mi padre que está acabando de comer y mi hermana sale de la habitación que se acababa de despertar, ahora que está acabando el curso y preparando la selectividad le da por estudiar por la noche. Abro la nevera y ni rastro del solomillo, asi que tuesto el bocata de chorizo que llevaba y me tomo un vaso de gazpacho. Acompaño a mi hermana al café, me echo y duermo una hora y pico, más que mi siesta habitual de 20 minutos, pero supongo que el ejercicio y la guardia lo justifican. Al despertar estoy super recuperada, ya no se me hace una montaña lo que me queda por recorrer. Incluso antes de llegar a mi casa hago algunos recados y sumo 3 kms más. Hoy le explicado lo de ayer a Carlos, el enfermero emocianado y experto en el camino, y me ha preguntado que como estoy y si tengo rozaduras. Pues nada, un poco de dolor en la zona lumbar, un poco de molestia o agujetas en gemelo derecho, los hombros un poco quemados y ninguna ampolla.
Asi que diriamos que vamos bien! Y que como hormiguita voy llevando a cabo las miles de tareas pendientes pensando en el camino como premio final.

2. Según mi vasto conocimiento montañero, hay dos tipos de marquitas (bueno, tres si contamos las fitas que son las montañitas esas de piedras). Dos marquitas que se componen de dos rayitas horizantales paralelas, las de gran recorrido o GR son una roja y otra blanca, y las de pequeño recorrido o PR son amarilla y blanca. Pero, ojo!!! si veis que las rayas forman una cruz, quiere decir que por ahi no! parece obvio, pero más de uno hemos seguido la cruz viéndola o sin verla. 

viendo esta imágen he aprendido los verdes, los senderos locales y he recordado que no os he explicado que si las rayas estas formas una L significa que gires.. y bueno si quereis más tecnicismos pues miraros fuentes profesionales, tipo guias, goooogleees y otras.

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